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🌺 Mi camino con el Ho’oponopono2

El inicio del camino

Comencé a practicar Ho’oponopono hace más de diez años. En ese momento, ni siquiera sabía cómo se pronunciaba correctamente ni tenía muy claro de qué se trataba, pero algo en mi interior me decía que debía seguir ese camino.

Una amiga me habló de esta técnica. No supe por qué, pero sentí un impulso muy fuerte de buscar más información. Así encontré un curso que comenzaba justo esa semana, y no dudé en apuntarme. Algo en mí sabía que eso era lo que necesitaba.

Primera experiencia reveladora

Recuerdo que en ese primer curso, la instructora nos hizo repetir las frases:

  • “Lo siento”

  • “Perdóname”

  • “Gracias”

  • “Te amo”

Las pronuncié sin saber bien qué estaba haciendo, pero noté una gran paz. Fue como si algo se soltara dentro de mí. Esa noche dormí como hacía tiempo no lo hacía. Ahí supe que había algo poderoso en esas palabras.

Cambios que empecé a notar

Con el tiempo, Ho’oponopono me ayudó a:

  • Ver mis conflictos desde otra perspectiva

  • Soltar el control y confiar

  • Liberarme de culpas y resentimientos

  • Sentirme en paz conmigo misma y con los demás

También aprendí que no se trata de repetir frases como un loro, sino de asumir responsabilidad total por lo que ocurre en mi vida. No culpa, sino responsabilidad.

Los obstáculos en el camino

No siempre fue fácil. Hubo momentos en los que sentí que nada cambiaba o que no estaba “haciéndolo bien”. Sin embargo, en los momentos más oscuros, volvía a las frases. Volvía a limpiar. Y siempre, de alguna forma, llegaba una respuesta, una señal, un descanso.

Mi práctica hoy

Actualmente, Ho’oponopono es parte de mi día a día. Lo uso cuando:

  • Me siento ansiosa o preocupada

  • Aparece un conflicto con alguien

  • Tengo una decisión difícil

  • No entiendo por qué estoy sintiendo lo que siento

Simplemente repito las frases, y suelto. A veces digo solo una: “Gracias” o “Te amo”. Otras veces, uso herramientas que aprendí más adelante, como “Gotas de rocío”, “Llave de la luz” o “Papel para moscas”.

Agradecimiento profundo

Hoy, puedo decir con certeza que esta técnica me cambió la vida. No porque eliminara mágicamente los problemas, sino porque me transformó a mí, en la forma en que los vivo. Me siento más libre, más ligera, más en paz.

Gracias, gracias, gracias 🙏

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