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Interpretación de edwar Bach

Sobre el efecto de sus esencias de flores, Bach escribió en 1934:

A través de su alta vibración, determinadas flores, arbustos y arboles silvestres de un orden superior, tienen el poder de aumentar nuestras vibraciones humanas y dejar expeditos nuestros canales a los mensajes de nuestro Yo espiritual.

Inundar nuestra personalidad con las virtudes que nos son necesarias y de este modo lavar los defectos (de carácter) que causan nuestros males. Como la buena música u otras cosas grandiosas, capaces de inspirarnos, están en condiciones de elevar nuestra personalidad y acercarnos más a nuestra alma. 

De este modo nos brindan paz y nos liberan de nuestros padecimientos. No curan atacando directamente la enfermedad, sino invadiendo nuestro cuerpo con las vibraciones de nuestro, Yo superior, ante cuya presencia la enfermedad se derrite como nieve al sol.

No hay una auténtica curación sin un cambio en la orientacion de la vida, sin paz en el alma y la sensación interior de felicidad.

Por inverosímiles que puedan parecer a algunos estas ideas en un primer momento, resultan convincentes cuando entendemos y aceptamos las premisas de las que parte Bach, al igual que sus grandes parientes intelectuales, Hipócrates, Hahnemann y Paracelso.

Creación y destino:
  • La vida humana y el hombre, forman parte de una idea más grande de la Creación. 
  • Vivimos dentro de una unidad globalizadora, más o menos como una  célula en el cuerpo humano.
  • Cada ser humano es distinto: un individuo inconfundible.
  • Como en la Creación todo es una unidad, cada uno de nosotros está ligado a todo lo demás a través de una vibración energética común, superior, que recibe varios nombres, fuerza creadora, principio de vida universal, principio cósmico, amor, o simplemente Dios.
  • El desarrollo de cada ser humano se cumple, de acuerdo con un principio de acción programado. 
  • Cada ser humano tiene una matriz con determinados potenciales energéticos, su misión, su deber, su destino… 
  • Cada ser humano posee un alma inmortal y un cuerpo (personalidad) mortal. 
  • El Yo Superior esta íntimamente ligado con el alma y actúa como mediador entre el alma y la personalidad.
  • El alma conoce la misión del hombre y con la ayuda del Yo Superior a través de la personalidad (cuerpo físico) poder transformarla en una realidad concreta. La personalidad no conoce la misión.
  • Los potenciales que el alma quiere realizar a través de la personalidad no son de naturaleza concreta. Son ideales superiores que Bach denomina, «virtudes de naturaleza superior» tales como: la dulzura, la fuerza, el coraje, la constancia, la sabiduría, la alegría, la tenacidad.
  • También se las puede considerar como arquetipos e ideales de la Humanidad, cuya realización constituye sentimiento de felicidad.
  • Si no se cumplen se llega al sentimiento opuesto: la infelicidad. 
    Las virtudes no realizadas se muestran desde su cara oculta como «defectos» y seria lo que conocemos como: orgullo, crueldad, odio, amor propio, ignorancia, codicia. Estos defectos son la verdadera causa de la enfermedad.
  • Todo ser humano siente el anhelo de vivir en armonía, entonces la naturaleza, considerada un gran campo energético, siempre intenta introducir el estado de energía más eficaz.
  • Texto elaborado por Amor Dulce, imágenes prestadas de Internet

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